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LOS INCAS

sábado, 19 de febrero de 2011



LA CIVILIZACION INCAICA.

¿QUIÉNES FUERON LOS INCAS?

Inca es una palabra que proviene de la lengua quechua, y quiere decir ‘rey’ o ‘príncipe’. Es el nombre que se daba a los soberanos precolombinos de Cuzco, que establecieron un vasto imperio en los Andes en el siglo XV, muy poco antes de la conquista española.
Pero el nombre también se aplica a todos los súbditos del Imperio incaico. Los incas establecieron la última y más desarrollada de las antiguas civilizaciones andinas.
HISTORIA DE LOS INCAS
En torno al año 1100 d.C., los incas llegaron al valle de Cusco o Cuzco. Provenían del altiplano de la cordillera de los Andes. Aunque no tardaron en convertirse en uno de los pueblos más poderosos de la zona, su gran expansión no se produjo hasta mediados del siglo XV. Su primer gran soberano fuePachacutec Inca Yupanqui; durante su reinado, los incas empezaron a conquistar otras regiones.
A Pachacutec le sucedió Túpac Inca Yupanqui, quien continuó la expansión por la costa y la sierra norte, hasta el actual Ecuador. Posteriormente, se dirigió al sur y avanzó hasta el río Maule, en Chile, el punto más meridional controlado por los incas. El Imperio incaico alcanzó su mayor extensión con Huayna Cápac(inca entre 1493 y 1525), hijo de Túpac. Cuando murió, las posesiones de los incas se extendían por la zona sur de la actual Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, y parte de Argentina y Chile.
Huayna Cápac murió, en 1525, sin haber designado sucesor, lo que provocó la división del Imperio. Sus dos hijos, los hermanastros Huáscar y Atahualpa,aspiraban al trono. Las luchas entre ambos se prolongaron hasta 1532, cuando Huáscar fue derrotado. Pero ya era tarde, pues el Imperio se había visto muy debilitado como consecuencia de la guerra civil. En ese crítico momento, llegó a la zona el conquistador español Francisco Pizarro, el cual recibió el apoyo de pueblos de la zona descontentos por la dominación inca. Pizarro hizo prisionero a Atahualpa, al que mandó ejecutar en 1533, y nombró soberano a otro hijo de Huayna Cápac, llamado Manco Inca (conocido como Manco Cápac II). El nuevo emperador se rebeló contra los españoles en 1536 y, aunque resultó derrotado, fundó un núcleo de resistencia en Vilcabamba.
A Manco Cápac II le sucedió en el trono su hijo Sayri Túpac, quien firmó la paz con el virrey español, Andrés Hurtado de Mendoza. Los últimos soberanos incas fueron los hermanos Titu Cusi Yupanqui (1561-1571) y Túpac Amaru(1571-1572), los cuales reiniciaron las luchas contra España desde Vilcabamba. Túpac Amaru, derrotado y decapitado en 1572 por orden del virrey, Francisco de Toledo, fue el último monarca incaico.
omo ya has leído, la máxima autoridad en el Imperio incaico era el inca o rey. Los incas denominaban a su reinoTahuantinsuyu, una palabra quechua que significa ‘Tierra de las Cuatro Partes’. Esas cuatro partes eran Antisuyu, Collasuyu, Cuntisuyu y Chinchasuyu.
La base de su organización social era el parentesco. El ayllu era el conjunto de personas que se consideraban parientes por descender de un antepasado común.
Los incas practicaron una agricultura avanzada, pero también fabricaron objetos de cerámica, tejidos y armas. Aunque no disponían de caballos ni de vehículos con ruedas ni de un sistema de escritura, los gobernantes cuzqueños pudieron estar en contacto con todos los territorios de su Imperio gracias a una compleja red de caminos de piedra.

Su sistema político y administrativo estaba basado en la agricultura y en el sistema de ayllus. Por debajo del inca o rey, se encontraban las familias de los antiguos incas, que eran denominadaspanacas (‘familia noble’), encargadas de mantener el recuerdo del inca fallecido, de realizar ceremonias en su nombre, de cuidar sus bienes y de mantener las alianzas que hubiera hecho en vida.
Los siguientes niveles de poder, tras el inca y las panacas, eran los jefes de los pueblos conquistados y los curacas o jefes de los ayllus. Por último, los campesinos miembros de un ayllu (la gente común) tenían la obligación de trabajar por turnos para el Imperio (esta institución se llamaba mita).
Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización incaica se encuentran los templos (como el templo del Sol, en Cuzco), los palacios, las obras públicas y las fortalezas (siempre estratégicamente emplazadas, comoMachu Picchu).
El dios supremo de los incas era Viracocha, creador y señor de todas las cosas vivientes. Otras grandes deidades fueron Pachacamac (dios de la creación y de la vida), Inti (dios del Sol y padre de los incas), Hamaquilla (diosa de la Luna),Pachamama (diosa de la Tierra) e Illapa (del rayo y la lluvia).
FUENTE:

Los Egipcios y los gatos



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El gato es un felino cuya historia y origen se remontan al antiguo Egipto. Los egipcios inoculaban a los gatos algunas gotas de su sangre para protegerlos de las enfermedades y los malos espíritus. Estaba prohibido matar a un gato, y la pena por hacerlo era de muerte, era tanto el respeto que existía por este noble animal que cuando el gato moría los egipcios se afeitaban las cejas en señal de duelo. 

Los gatos eran animales salvajes que comenzaron su proceso de domesticación hacia el año 3000 a. C., debido a la abundancia de ratones que pululaban en los silos de grano que existían en Egipto. El gran valor del gato como cazador de ratones hizo que los egipcios intentasen y lograsen su convivencia doméstica, pese a lo cual el gato no perdió su status divino. La religión del antiguo Egipto incluyó el gato entre sus símbolos sagrados, estaba considerado como la reencarnación de los dioses en el trance de comunicarse con los hombres y manifestarles su voluntad. 

La misma belleza del animal hizo que la diosa Bastet, símbolo de belleza y fecundidad, fuese representada con cabeza de gato.

Fue tal la adaptación del gato a la vida cotidiana de los egipcios, que su muerte era motivo de duelo familiar; Herodoto, en Los nueve libros de la Historia, manifiesta que los moradores de la casa se rapaban las cejas en señal de duelo. Tras su muerte, su cuerpo se embalsamaba y momificaba en locales sagrados, y en el lugar de su enterramiento se colocaba junto a ellos ratones embalsamados. En 1890 fueron halladas en la ciudad de Bubastis amplias necrópolis con más de 300.000 momias de gatos.





La Revolución Quiteña






El impacto del 10 de Agosto de 1809 en América no fue la revuelta contra el colonialismo, como antes ocurrió en otros territorios de la actual Bolivia, sino la instalación de la primera junta soberana.

En Chuquisaca y La Paz ya se habían generado los primeros levantamientos criollos y populares contra las autoridades de España. 
“Allí se proclamó fidelidad al rey Fernando VII e incluso se habló de libertad. Pero esos movimientos nunca crearon un gobierno propio ni una junta soberana, que durase y concluya en una verdadera Constitución, como se lo hizo en Quito, en febrero de 1812”, resalta Juan Paz y Miño, secretario del Comité Bicentenario. “Esa es la fortaleza del Primer Grito de Independencia”.

Hernán Rodríguez Castelo, en su ensayo ‘La gloriosa y trágica historia de la Independencia de Quito’, sostiene que la primera conjura de la revolución en la capital nació en la Navidad de 1808, en la hacienda del marqués de Selva Alegre, Juan Pío Montúfar. Sin embargo, la revuelta de insurgentes criollos se concretó el 10 de Agosto de 1809. 

La Junta desconoció la autoridad del conde Ruiz de Castilla y nombró la Junta, con Montúfar como presidente. Pero en septiembre de ese año, cuando Ruiz de Castilla volvió al poder. 

España intentó abolir los aires libertarios. En diciembre de 1809 ejecutó el arresto de 74 próceres de la élite quiteña.

Ocho meses más tarde (el 2 de Agosto de 1810), los próceres fueron asesinados en la matanza que tuvo como escenarios al Cuartel de la Real Audiencia de Quito, la Plaza Mayor y las calles de Quito, donde murieron más de 300 quiteños. Esa masacre encendió una reacción en el continente.

Los sucesos los conoció el sacerdote Camilo Enríquez. Él fue quien acuñó en Chile la frase “Quito, Luz de América”. 

Así, ese aire de libertad se respiró en otras regiones de Hispanoamérica. Paz y Miño sostiene que la llama de Quito prendió a las juntas soberanas en Caracas, donde hubo funerales por los patriotas caídos en Quito; Bogotá; Buenos Aires y Chile. “Fueron una réplica de la de Quito, pero en distintas fechas de 1810. Estallaron juntas”. 

Parecerían sucesos aislados, pero los historiadores coinciden en que desde 1809, con el 10 de Agosto y sus secuelas, se inició el proceso de Independencia de la América Hispana, el cual terminaría con las batallas de Junín y de Ayacucho, en 1824. 

Aquí existió un triunfo político, destaca Paz y Miño. “La gesta no tuvo el respaldo de Guayaquil ni de Cuenca. La razón es que en Quito estaba la única universidad. Allí se forjaron intelectuales con conceptos de soberanía popular y libertad. Gracias a Quito, las luchas contra el colonialismo luego siguieron en Asia y África”.